La película de la que voy a hablar hoy es muy especial.
“Come, reza, ama” (Eat pray love ,2010)
comienza con un viaje y si sabes ver más allá, consigues realizar tú mismo ese
viaje. Paradójicamente, pasó muy desapercibida ante el público y la gente que
la vio no la valoró muy bien. La cuestión es que a día de hoy me sigo
preguntando: ¿por qué?.
Basada en el libro autobiográfico de Elizabeth Gilbert y
dirigida por Ryan Murphy,
trata de volver a empezar, de perderse y tener que
encontrarse, de no saber que hacer con tu vida y decidir que lo mejor es
dejarse llevar. De caer y levantarte.
No es una historia frívola o superficial, adjetivos que
escuché a mucha gente en su momento, quizás fueran ellos los que se quedaron en
esa capa superficial sin llegar a profundizar en la trama que vive el
personaje.
Todo empieza cuando Liz Gilbert (Julia Roberts), quien
aparentemente tenía todo lo que una persona puede desear, una vida idílica y
resuelta que incluía marido, hogar y trabajo perfecto, se da cuenta de que ha construido
su vida sobre lo que “se supone que tenía que hacer” y no sobre lo que realmente quería
hacer. Y decide dejar todo lo que conocía, que era una vida vacía e iniciar un
viaje por distintos países, conociendo otras culturas y otras personas pero
sobre todo un viaje intimo.
Y esos países a donde le lleva la vorágine en la que se
sumerge son:
Italia (come)
India (reza) 
Indonesia (ama)
Parte del público criticó que la parte más espiritual del
libro se queda corta a la hora de plasmarla en la pantalla; es posible, una
película es difícil que sea más completa que el libro, lo que sí se es que la
película refleja muy bien los tres momentos claves de la protagonista y
consigue que empaticemos con ella y sus circunstancias.
El arco del personaje principal es asombroso, no tiene nada
que ver su inicio a cómo termina. Por no decir que Julia Roberts hace una
interpretación magnífica; simplemente con una mirada sabes lo que está
sintiendo.
Los paisajes que muestra el film son impresionantes, todas
sus localizaciones son únicas y de una belleza sin igual.
Película muy recomendable, con la que puedes sentirte muy
identificado y que presenta una situación vital bastante cercana, independientemente de la edad o escenario de cada persona.
Os dejo unas cuantas
frases del film, a ver si consigo animaros a verla o incluso a darle una segunda oportunidad:
-“¿Sabes lo que he sentido esta mañana al despertarme? Nada.
Ni pasión, ni chispa, ni fé, ni emoción. Nada. Creo que ya he llegado al límite
de seguir llamando a esto un mal momento, y me aterroriza. Prefiero morirme a
pensar que esta es la persona que voy a ser de ahora en adelante”
-“Yo antes tenía
apetito por la comida, por mi vida y ya no lo tengo. Quiero ir a un sitio donde
pueda maravillarme con algo”
-“Hay un chiste italiano
buenísimo: un pobre va a la iglesia todos los días a rezar a la imagen de un
santo y le dice:” San lo que sea, por favor, por favor, por favor, que me toque
la lotería”. La imagen cobra vida y le contesta: “Por favor, por favor, por
favor, hijo, compra un billete”. Ahora entiendo el chiste”
-“Sé que te
sientes fatal. Tu vida está cambiando y eso no es malo. Estás en el sitio
ideal”
-“Muchas veces
perder el equilibrio por amor es parte de vivir una vida con equilibrio”
Dedicado a Jesús
Barrio Caamaño, quien no teme a iniciar viajes vitales.
